Dos alegres vacas corren por un exuberante campo verde bajo un cielo azul brillante. Un pequeño kart amarillo, inspirado en una abeja, avanza junto a ellas. El conductor del kart parece concentrado, intentando esquivar a las vacas que rebotan. Al fondo, vemos una pista de carreras rodeada de gradas de madera. La atmósfera es rural, desenfadada, típica de las impredecibles carreras de Mario Kart World. Este momento captura a la perfección la mezcla de humor y acción inherente al universo del juego.