En una cámara iluminada con una luz azul sagrada, un guerrero solitario yace en silencio. Este es El León, un exgeneral wakandiano convertido en renegado, ahora temido en todo el mundo. Su máscara dorada, con la forma de un depredador felino, oculta su rostro, pero no su legado. Antaño protector de Wakanda, ahora busca vibranium para su propio reino. Su armadura, ornamentada y ceremonial, recuerda sus raíces y su traición. En Ojos de Wakanda, es a la vez el perseguido y el inquietante.