Elio y Glordon vuelan a toda velocidad por un mundo lleno de color y luz. Sentados en una extraña ola translúcida, ríen juntos, llevados por la emoción de la aventura. Elio alza con orgullo una botella brillante, símbolo de su descubrimiento o celebración. Glordon, con su boca grande y dentada, parece tan alegre como su joven amigo. A su alrededor, el cielo se llena de luces, reflejos y brillantes estructuras galácticas.